Tranquilizantes e Hipnóticos
La mayoría de los tranquilizantes pertenecen al grupo de las llamadas “benzodiacepinas”. Estos medicamentos se prescriben en nuestro país con relativa facilidad por médicos no especialistas para combatir el estrés (estado fuerte de tensión), la ansiedad y como auxiliares para conciliar el sueño. Muchos de ellos también se utilizan de manera secundaria para el tratamiento de la epilepsia, como relajantes musculares, así como para el manejo de la abstinencia al alcohol y a otras drogas adictivas.
Nombres populares: pastas, roche, pastillas, rufis.
Efectos a largo plazo
- Somnolencia constante
- Disminución de la motivación, pereza para realizar actividades
- Alteraciones en la memoria
- Cambios en las respuestas emocionales, pasa de la alegría a la tristeza, o la irritabilidad a la violencia sin que tengan relación con una causa concreta
- Ansiedad
- Dificultad para conciliar el sueño o sueños desagradables
- Náuseas, erupciones en la piel, dolores de cabeza
- Alteraciones en los períodos menstruales, problemas sexuales
- Aumento del apetito y de peso
- Necesidad física y psicológica de usar la droga
Embarazo: Se recomienda no utilizar estos medicamentos durante el embarazo, ya que tienen la capacidad de cruzar la barrera placentaria y ocasionar diversos efectos sobre el producto, afectando el desarrollo y crecimiento del feto. El recién nacido puede tener dificultad para respirar y debilidad para succionar el pecho materno; también pueden presentarse trastornos de aprendizaje durante la etapa escolar. Al igual que el alcohol estas sustancias son responsables de accidentes automovilísticos.
¿Cómo puedo darme cuenta de que un familiar usa tranquilizantes?
- Cuando dispone de pastillas (tranquilizantes) por largo tiempo.
- Hace uso constante de estas sustancias para conciliar el sueño.
- Se muestra angustiado cuando no tiene pastillas.
- Manifiesta tener necesidad de tomar los tranquilizantes para mantener su equilibrio emocional.
- Si aumenta la dosis (cantidad) con el tiempo, para obtener el mismo efecto que cuando inició el consumo.